Para ir directo al grano, o en este caso, a la uva; hay que resaltar que los vinos orgánicos se crean a partir de una producción más detallas y, en la medida de las posibilidades de producción, sin contaminantes químicos. Entonces, si se quiere un producto de calidad, hay que pagar un buen precio por él.
Muchos análisis e investigaciones científicas a lo largo del planeta han concluido que los vinos orgánicos realmente tienen bajos niveles de residuos de plaguicidas, en comparación con los vinos tradicionales, el vino biológico tiene un 90% menos contaminantes, por tanto, es un producto de lta calidad y muy saludable para el consumo humano.
El vino biológico es fabricado a partir de uvas cultivadas sin pesticidas, fungicidas, herbicidas o fertilizantes artificiales, además en él su utiliza un nivel más bajo de azufre para su conservación. Muchos viñedos orgánicos son una maquina muy bien aceitada, están compuestos por insectos, aves, flores silvestres y hierbas, con todo estos integrantes se crea un sistema prospero para la cosecha de la vid.
Realmente es preciso subrayar que los vinos orgánicos no saben mucho mejor que los vinos convencionales, sus sabores y selección es idéntica, sólo se diferencian en sus procesos de producción y en algunos de sus ingredientes vitalizantes. Por lo general, se paga un poco más de dinero por el vino orgánico debido a su producción más delicada y personalizada, alejada completamente de ingredientes químicos y otros contaminantes.
Así mismo, hay otra razón por la que se debe pagar un poco más de dinero por el vino biológico, la cual va más allá del sabor y el cuerpo del vino. Son muchas las razones medio ambientales por la cuales vale la pena invertir en una buena botella de vino orgánico. En primer lugar, se está apoyando una práctica de agricultura renovable y autosostenible, en consecuencia, se incrementa la fauna y la flora, lo que ayuda a preservar la biodiversidad local. En segundo lugar, el vino orgánico es más respetuoso con el clima, puesto que utiliza menos productos químicos tales como fertilizantes nitrogenados haciendo que las emisiones de carbono sean inferiores. En tercer lugar, la utilización de menos productos químicos significa que la producción de vino ecológico traerá consigo menos contaminantes para el suelo y el agua.
Por último se debe resaltar que por tan sólo el hecho de tener en las manos un etiqueta de “Hecho a mano” o “Hecho de uvas orgánicas” amerita invertir un poco más de dinero, pues siempre u producto de origen artesanal será más dedicado y estilizado que cualquier otro elementos de producción masiva.
